ÚLTIMAS PALABRAS DE COPITO DE NIEVE

El ciudadano más ilustre de Barcelona vuelve a la vida para morir en escena. Antes, se despacha a gusto sobre ese zoo que llamamos sociedad.

La compañía Animalario es madrileña. Eso ayuda a que aborde a un prócer barcelonés como el gran Copito sin remilgos por el qué dirán. No tiene que caerle en gracia al Tripartit ni a CiU. Lo demostró cuando reprodujo sobre las tablas, como le dio la gana, la boda faraónica de Agag con la hijísima de Aznar. Fue en Alejandro y Ana, una obra que le valió un Max a la troupe. Aunque los componentes de Animalario han cambiado desde entonces, la compañía no ha perdido su sana vocación provocadora. De hecho, Juan Mayorga, el autor de Últimas palabras de Copito de Nieve, coescribió la pieza anterior. En esta del gorila albino regala un repaso, por momentos filosófico y por otros desparpajado, pero siempre crítico, al mundo que compartió con bestias y personas (tanto monta, monta tanto) el insigne simio blanco. La muerte, la fama, el zoo de dentro y la fauna de fuera se alternan como temas en las mandíbulas agonizantes del primate superstar. Es una comedia de fondo dramático. El montaje, funcional. Tres actores: Pedro Casablanc como protagonista, Gonzalo de Castro (7 Vidas) en el rol de su guardián y Tomás Pozzi como gorila negro, el contrapunto mediocre de una existencia privilegiada. El peso de la producción recae en la eficiencia de los intérpretes, en su coordinación, bien limada por Andrés Lima, otro histórico de Animalario, y en las palabras con que un simio se despide de sus parientes y los humanos, si no son lo mismo.
ÚLTIMAS PALABRAS
DE COPITO DE NIEVE
De Juan Mayorga.
Con Pedro Casablanc, Gonzalo
de Castro y Tomás Pozzi.
Sala La Paloma. Barcelona.
Desde el 19 de enero.