MONÓLOGOS DE LA MARIHUANA
Los hubo de la vagina y, ahora, con sabor a peta. Soliloquios, o no tanto, importados desde el Off-Broadway por... ¿De qué estábamos hablando?
Cualquier terrícola que haya estado pululando por el globo en los últimos años recordará el boom teatral de los Monólogos de la vagina. Bien. Entonces ese cualquier terrícola pensará que estos Monólogos de la marihuana son un producto advenedizo, un golpe frontal de caradurismo. Lo son. Pero hacen reír un rato. Exactamente unos 80 minutos, según el ritmo de cada función. La obra, estrenada sin mucha esperanza en el Off-Broadway, es decir, en la cartelera semialternativa de Nueva York, acabó siendo representada 425 veces (de nuevo: 425 veces). Un exitazo. Esto hace un par de años. En dicha ocasión los responsables del texto eran los mismos actores que lo recreaban:Arj Baker, Doug Benson y Tony Camin. Los tres pertenecen a ese subgénero humorístico del comediante que se para ante un público esgrimiendo únicamente un micro y lo termina venciendo. Al menos en el caso presente, la audiencia, me juego los calzoncillos, ensanchará su caja torácica a punta de carcajadas. El espectáculo trae a escena los típicos dimes y diretes que surgen cuando se inhala un par de caladas de maría cualificada. Hilaridad de ojos rojos, las ceremonias artesanales características del uso y abuso de petas, leyendas urbanas y rurales sobre ésta y otras yerbas... Las autoridades sanitarias recuerdan que fumar puede matar. Pero a quién coño le importan las prohibiciones oficiales cuando la grifa, perdón, la dicha, es buena. v
MONÓLOGOS
DE LA MARIHUANA
Autores: Arj Baker, Doug Benson y Tony Camin.
Director: José A. Ortega.
Intérpretes: Jonathan Vives, Víctor Álvaro
y Víctor Muñoz.
Teatre Villarroel. Barcelona
Hasta el 30 de abril.
Cualquier terrícola que haya estado pululando por el globo en los últimos años recordará el boom teatral de los Monólogos de la vagina. Bien. Entonces ese cualquier terrícola pensará que estos Monólogos de la marihuana son un producto advenedizo, un golpe frontal de caradurismo. Lo son. Pero hacen reír un rato. Exactamente unos 80 minutos, según el ritmo de cada función. La obra, estrenada sin mucha esperanza en el Off-Broadway, es decir, en la cartelera semialternativa de Nueva York, acabó siendo representada 425 veces (de nuevo: 425 veces). Un exitazo. Esto hace un par de años. En dicha ocasión los responsables del texto eran los mismos actores que lo recreaban:Arj Baker, Doug Benson y Tony Camin. Los tres pertenecen a ese subgénero humorístico del comediante que se para ante un público esgrimiendo únicamente un micro y lo termina venciendo. Al menos en el caso presente, la audiencia, me juego los calzoncillos, ensanchará su caja torácica a punta de carcajadas. El espectáculo trae a escena los típicos dimes y diretes que surgen cuando se inhala un par de caladas de maría cualificada. Hilaridad de ojos rojos, las ceremonias artesanales características del uso y abuso de petas, leyendas urbanas y rurales sobre ésta y otras yerbas... Las autoridades sanitarias recuerdan que fumar puede matar. Pero a quién coño le importan las prohibiciones oficiales cuando la grifa, perdón, la dicha, es buena. v
MONÓLOGOS
DE LA MARIHUANA
Autores: Arj Baker, Doug Benson y Tony Camin.
Director: José A. Ortega.
Intérpretes: Jonathan Vives, Víctor Álvaro
y Víctor Muñoz.
Teatre Villarroel. Barcelona
Hasta el 30 de abril.
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