ASCENSO Y CAIDA DE LA CIUDAD DE MAHAGONNY

Mario Gas dirige esta ópera de paraísos del vicio y pecadores con visión de negocio. El texto más polémico de Brecht... que no es poco. Por Marga F. Rosende
Un trío de proxenetas y embaucadores huyen de la poli cuando se les estropea el camión. En vez de arreglarlo, deciden montar, en ese mismo lugar, un auténtico parque temático del pecado. La acción se desarrolla en una costa californiana sin surfistas, pero con las mismas ganas de juerga: una California de perfiles bíblicos y pecadores de diseño. Parecía más fácil arreglar el buga. En La buena persona de Sichuan, Brecht comienza la obra enviando un par de querubines chinos a buscar personas bondadosas. Sólo encuentran una. En Mahagonny, y esta vez al final de la obra, Dios ya ni siquiera busca. Desencantado, se encarga de juzgar directamente las tropelías de los humanos. Mahagonny, siempre escandalosa, habla del placer y de la imposibilidad de saciarlo en una ciudad donde todo está permitido. Menos quedarse en números rojos. Una virtud tienen estos tipos tan libertinos, que pecan cantando y que cantan de vicio. Constantino Romero, en su papel de Moisés de la Trinidad, es un tres en uno del encanallamiento que deja de lado su respetable aspecto para removernos las entretelas con su voz y su buen hacer.
ASCENSO Y CAÍDA DE LA CIUDAD DE MAHAGONNY
Autor: Bertolt Brecht.
Director: Mario Gas.
Intérpretes: Constantino Romero, Mónica López.
Naves de Español. Matadero (Madrid).Hasta el 5 de agosto.
www.esmadrid.com/veranosdelavilla.