EL TÚNEL

La famosa novela de Sábato, llevada a las tablas por el gran Héctor Alterio
y compañía. Amor, soledad, angustia y asesinato con acento argentino, che.
Un cuadro da origen a todo. Mejor dicho, no un cuadro, sino apenas un detalle en esa pintura. El artista se llama Pablo Castel. La única persona que ha advertido el detalle que explica la imagen entera, y con ello el alma en carne viva del pintor, tiene nombre, tiene forma y tiene aroma de mujer. María Iribarne. Se relacionan. Ella está casada. Él, desesperado. No por el matrimonio de la señora, sino por la existencia en sí. Cree encontrar en María el puente, ¡por fin!, que lo una a otro ser humano. El amor tan famoso. Pero el puente ni cruza ni sube. Sólo se hunde. Era un túnel. Un corredor oscuro que lleva al artista a profundidades que hubiera preferido no sondear. Porque ya no habrá esperanza, como en el Infierno de Dante, pero en el Buenos Aires de mediados del siglo XX, ciudad intelectual, solitaria y angustiada. Como María. Como Castel. Habrá un crimen. O lo hubo, explica el pintor desde la cárcel. Ernesto Sábato dedicó más de diez años a escribir esta novela breve, El túnel. Era uno de los científicos argentinos más prometedores en ese entonces. Pero lo dejó todo para estampar sus fantasmas en el papel. Valió la pena. Publicado en 1948, el largo relato de un amor atroz, o de una incomunicación a perpetuidad, lo convirtió en uno de los tres pilares de la literatura rioplatense de la época, con Borges y Cortázar. Héctor Alterio, grande también, importa a la escena y a Barcelona la versión teatral de este clásico tremendo.
EL TÚNEL
Autor: Ernesto Sábato
Director: Daniel Veronese.
Intérpretes: Héctor Alterio,
Rosa Manteiga, Paco Casares.
Teatre Romea. Barcelona.
Del 24 de abril al 28 de mayo.