DE REPENTE EL ULTIMO VERANO

Olivia Molina se desmelena en un papel intenso como ninguno. Una prueba de fuego.
Bajo la dirección de José Luis Saiz, interpreta el papel de Catalina Holly en De repente el último verano, de Tennessee Williams, personaje al que han dado vida actrices de la talla de Liz Taylor, casi nada. El reto: interpretar a la intensa y poliédrica Catalina, papel que le exige mucho y le da aún más. Le exige porque Olivia es una delicada acuarela de medios tonos. “Soy tímida, no me gusta llamar la atención. Lo que más me cuesta del papel es su total libertad, su coraje. Ser muy valiente, para colocar a las personas donde las tiene que colocar, para decir a la cara ‘no estás jugando limpio’. Tenemos miedo de herir, de decir. Catalina desenmascara”. Y el personaje le da mucho porque “cuando los seres que amas no te pueden creer, es muy difícil ser valiente. No sé si yo podría. Catalina Holly me hace sacar más fuerza”.