RADICALS LLIURE

Tres semanas de impacto. Texto, artes visuales, música, vídeo y movimiento. El ciclo más radical de nueva creación escénica toma el Espai Lliure. Por J. Elliot
Si el Lliure ya era un laboratorio de experimentación teatral, ¿qué decir cuando se pone radical? Radicals Lliure contesta la pregunta. A patadas. Las que dan en el órgano de la estética nueve espectáculos que congregan palabras, gestualidad, coreografías, artes visuales, vídeos, instalaciones, música en directo y/o lo que quiera echarse en escena. Porque impactan duro. El ciclo incluye artistas y compañías que cortan el hipo. Un caso: Rodrigo García y La Carnicería, con una cruda ironía sobre la necesidad humana de matar para vivir, Accidens. Otro: el quinto trabajo de Atolladero, This Is My Life (2ª Part), acerca del placer, el amor y otras yerbas. También curiosas fusiones flamencas como El arte de la guerra, la indagación del aquí y ahora que propone Sergi Fäustino con De los condenados o la inquietante parodia sobre las bestialidades de Jackass, la Teenager Experience: Straithen con Freighten. Hasta Serguei Eisenstein se suma a esta muestra rabiosamente actual del Espai Lliure, a través de una Judit Farrés que hace de DJ para musicar en vivo su clásico de 1925 La huelga.
RADICALS LLIURE
Espai Lliure y foyer de la sala Fabià Puigserver (Barcelona).
Del 26 de abril al 13 de mayo.
www.teatrelliure.com