BON VOYAGE

Varias formas de viajar sugeridas con humor, inventiva y claridad por los mimos de Vol Ras en el 25 aniversario de la compañía. Sin palabras, claro.
Ver el mundo en dos semanas. Gozar en un edén los lujos que sólo pueden soñarse durante la tediosa rutina diaria. Pillar el coche para acercarse al pueblecito de todos los veranos. Marchar a la aventura al rincón más remoto de la Tierra. O desplazarse entre monumentos con los ojos pegados a la pantallita de la videocámara. Es un hecho que hay turismo para todas las mentalidades, gustos y bolsillos. La compañía Vol Ras, que este 2006 cumple un cuarto de siglo en la proa de la mímica catalana, reproduce estas posibilidades de travesía con su estilo característico. Carente de diálogos, pero muy evocador. Humorístico sin caer en la payasada plana. Imaginativo y al tiempo fácilmente comprensible. De una gran precisión formal sin perder la perspectiva del entretenimiento. Y además de lo dicho, Bon voyage es un espectáculo que ofrece un buen rodaje. Viene siendo representado, en España y en otras banderitas del mapamundi, desde su estreno en 2003 en el Festival de Mimo de Sueca. El plot es tan sencillo como eficaz: tres empleados de una sombrerería están a punto de comenzar sus vacaciones. Sobre esta base argumental despliegan, sombreros en mano y en cabeza, sus ideas respecto a los viajes que emprenderán, que recuerdan o simplemente que fantasean. A destacar, la banda sonora, sugerente y con un ritmo casi tan agitado como el de los Vol Ras (hoy un dúo: Joan Faneca y Joan Segalés) y su amiguete Notxa.
BON VOYAGE
Autores e intérpretes: Joan Faneca,
Joan Segalés y X. Amatller ‘Notxa’.
Dirección, espacio escénico
y selección musical: Jordi Purtí.
Teatre Apolo. Barcelona.
www.teatreapolo.com
Del 18 de mayo al 9 de julio.

CUANDO LLUEVE VODKA

Enredo para tres destilado en la sociedad actual. Nadie es quien quiere ser ni está con quien le gustaría en esta comedia española urbana y juvenil.
Hay una chica, Maude, que será escritora como su admirado Bukowski si la suerte se le muestra de cara algún día. Pero mientras tanto se desloma en una editorial imaginando portadas de libros. No es que el suyo sea un trabajo duro. Más bien cansa a la muchacha estar loquita por su jefe, a quien amaba ya desde los años universitarios y él sin enterarse. Porque el tío, de nombre Pedro, es más gay que un arco iris. Entonces entra en escena Jaime. Maude se prenda de éste cuando por fin se percata de que, en efecto, a lo más que llegará a arrimarse a la boca de su jefe es a compartir un lápiz de labios. Sin embargo, Jaime, el nuevo candidato de la siempre futura autora, continúa colgado de Ana, su ex. Además el chaval lleva la contabilidad de un súper pese a ser historiador de arte. O sea que desperdicia las posibilidades que le acerca la vida, como le ocurre a Maude. Otro ejemplo de ello es que Jaime, inseguro con las mujeres, traspasa ésta a su amigo Rubén, su consejero en materia femenina por ser un seductor impenitente.
No obstante, Rubén, de ideas revolucionarias aparte de exitoso como galán, también tiene sus conflictillos personales. Curra modestamente en un videoclub, a despecho de sus discursos radicales. O pese a sus triunfos de alcoba, jamás ha sabido lo que es estar enamorado Hasta la aparición de Maude. Porque el bueno de Rubén, que ambiciona semejarse a un tipo duro, al solitario protagonista de un videojuego, acaba babeando por la chica que le ha presentado Jaime. El enredo está servido: Maude sueña con Jaime, que quiere a su ex o no lo sabe, mientras Rubén persigue a Maude que, decíamos, no está por la labor, salvo que sea con Jaime.
CUANDO LLUEVE VODKA
De José Padilla.
Dirección: Íñigo Rodríguez.
Con Delia Vime, Carlos Silveira,
Íñigo Rodríguez y José Padilla.
Teatro Lagrada. Madrid.
PRECIOS Y HORARIOS
Del 6 al 27 de junio

MEDEA

La compañía Katona de Budapest actualiza la más dolorosa tragedia de Eurípides. Dignidades perdidas, veneno y rencores varios. Por Marga F. Rosende
Medea le planta cara a su papi para seguir a Jasón, pero este la repudia para casarse con otra. Para convencerla, Jasón le cuenta a Medea una milonga del tipo “lo-hago-por-tu- bien-querida” y le da una palmadita en la espalda. Pero Jasón no sabe con quien se las juega. Medea, tras dejar unoscuantos fiambres on the road, llegará a sacrificar por amor lo que más ama, sus propios hijos. Medea, con su “torva mirada de leona recién parida”, nunca fue un personaje políticamente correcto. Ya hace muchos siglos, le costó al aristocrático Eurípides soportar una campaña de injurias en plan Salsa Rosa que lo acusaba de ser hijo de una verdulera. Fue la consecuencia de mostrar pasiones tan humanas, dignidades trufadas de rencor y asesinato. Fémina muy alejada de las mujeres contenidas e idealizadas de Sófocles, Medea, extranjera, maga y mujer siempre al borde de un ataque de nervios brama, y pone velas negras. La compañía Katona de Budapest, bajo la dirección Gábor Zsámbéki y con más medallas que la Macarena, nos pone la piel de gallina con esta Medea que arrastra dolor y rumia venganza por un erial de piedras. La escenografía, como las casasjaponesas, parece diseñada para destacar la figura humana. La obra se representa en húngaro sobretitulado en castellano, pero el lenguaje hasido sutilmente actualizado y pronto se olvidan las barreras idiomáticas. La primera tragedia griega que se representa en La Abadía. Estupenda.
MEDEA
de Eurípides.
Dirección: Gábor Zsámbéki.
Producción: Katona (Budapest).
Teatro La abadía. Madrid.
www.teatroabadia.com
10 y 11 de junio.