THE CHANGELLING

Locura por amor y amor por la locura, son los hilos conductores de esta historia
de pasiones lunáticas a cargo de los ingleses Cheek by Jowl. Por Marga F. Rosende
Donnellan y Ormerod, directores de la compañía Cheek by Jowl se conocieron en la Universidad de Cambridge en los alocados setenta. Puestos a revolucionar, y sin que en principio, sus psiques estuvieran alteradas por el uso de ninguna sustancia estupefaciente, se proponen la ingente tarea de renovar el teatro clásico. Con manifiesto y todo y debilidad confesa por Shakespeare. Parecía una rayada juvenil, pero no. Cheek by Jowl ha viajado más que el baúl de la Piquer. Con sus 28 producciones en 15 años son considerados por el Times Magazine una de las diez mejores compañías del mundo. En 1998, quizá cansados de tanto miriñaque, se toman un año sabático a la japonesa: trabajando, encargándose del montaje de un ballet en el Bolshoi y, ya puestos, formando una compañía de actores rusos. Changeling significa bobo, pero también traidor. Beatrice Joana está enamorada de Alsemero, en contra de los planes de papá. Su criado, contrahecho y loco por ella, se deja los cuernos por complacerla. Pero el precio que exigirá por su fidelidad sorprende a la propia Beatrice. Drama, humor, sexo y despropósitos, incluyendo un tour por el infierno. Un informe Hite del XVII sobre las puñeterías de Cupido con personajes alucinantes y alucinados que hacen el amor como si hicieran la guerra, y viceversa. Beatrice está interpretada por Olivia Williams, mujer de Bruce Willis en aquella película en la que un niño a veces veía muertos.
THE CHANGELING
Autores: Thomas Middleton y William Rowley.
Intérpretes: Olivia Williams, Jodie McNee, Jennifer Kidd y Will Keen.
Dirección: Declan Donnellan y Nick Ormerod.
Teatro Español. Madrid.
www.munimadrid.es/Principal monograficos/TeatroEsp/home.htmDel 19 al 22 de julio.